India es un destino que puede generar infinitos sentimientos. Uno tras de otro. Opuestos entre ellos, incluso a la vez, de forma inesperada, imprevisible, incontrolable…. Te puede elevar, confundir, emocionar, exasperar, inspirar, frustrar, animar, ….. como una coctelera en la que se ha introducido un poco de todo y se agita. El resultado…. Una experiencia inolvidable e inigualable.

Con paisajes que varían entre las mas altas cubres y sus hermosas playas pasando por modernas ciudades, aldeas, desierto, jungla , arrozales…….. al igual que los sentimientos, se suceden delante del espectador uno tras de otro, asombrando, cada cual de ellos, mas por su belleza.

En la India puedes encontrar los mayores lujos pero tambien pobreza. Espacios superpoblados y extensas zonas despobladas. La naturaleza en su estado mas puro y el devastador paso del hombre. Las moradas mas humildes junto a palacios y fortalezas fastuosas. Lo mas terrenal y lo mas espiritual.

Pero si hay algo que dejará huella en el viajero es la diversidad de sus cálidas gentes. De cualquier pueblo o ciudad, de cualquier casta o con cualquier tradición , forma de vida y de pensar, de cualquier edad, condición o profesión, todos ellos amables hospitalarios, acogedores, generosos y curiosos.

 

 

Muchos me pidieron que les hiciera una fotografía. Me llamaba la atención que al hacerla con mi cámara no me pidieran después que se la enviara. Hasta que una chica de mirada dulce me dio la respuesta : “si llevas mi foto viajare contigo”. Un pedacito de ellos quedara para siempre conmigo y serán protagonistas de un viaje a lo largo de años, personas y lugares.

 

 

Raquel Domínguez Arcos

 

Marzo 2018