A diferencia de otros viajes pensados, organizados y planificados China vino a mi. Sorprendentemente estando en Venecia surgió e irremediablemente tuve que ir. Fue una experiencia intensa , inolvidable y aleccionadora.
He de reconocer que pese a la idea que siempre tuve sobre Oriente, como un lugar fascinante y mítico, mi idea sobre China en los últimos años era muy diferente. Tanto es así, que se había apoderado de mi la idea de ser un lugar sin libertad, gris, de usos moralmente inaceptables, de escasos valores, desordenado, sucio y sin ningún atractivo; de personas sin escrúpulos para las que su vida es el dinero. Una idea realmente muy dura y sobre todo injusta, aun así, lamentablemente, compartida por muchas personas, aunque, seguramente inconfesable. La razón de esta idea creo que se debe a la las noticias que mas han pesado sobre China en los últimos años. La dictadura de Mao, los escándalos de las niñas y los orfanatos, la invasión de productos chinos que han hecho temblar a grandes imperios de occidente, las imitaciones, los bazares con todo a 100 … Seguramente la fata de una política reparadora en occidente por parte de sus dirigentes ha provocado esta imagen absolutamente errada de un país y un pueblo del que tanto podemos aprender.
Por ello mas que describir un recorrido de los que se pueden encontrar cientos prefiero describir las sensaciones y emociones para el viajero. Emociones y sensaciones que, sin duda, cambiaran una idea preconcebida hasta llegar a la fascinación.
Ante la historia y la tradición:
No hay palabras para describir la emoción que se siente ante la grandiosidad de la Gran Muralla, la admiración y el deleite que supone recorrerla disfrutando de la inmensidad de paisajes verdes, profundos, esplendidos.
Como no dejar volar la imaginación ante la ciudad prohibida remontándonos a épocas pasadas. Deleitarnos viendo como hoy en aquellos lugares prohibidos se prometen amor eterno otros “emperadores y emperatrices”.
Ascender al Mont Taishan, uno de los 5 montes sagrados del taoísmo donde la tradición china dice que comienza el sol su recorrido cada día es toda una experiencia. Esta ascensión es una gran aspiración de todo chino. Ha sido realizada por por todo aquel que ha sido alguien en China : Emperadores de diferentes dinastías así como Confucio y Mao entre otros. La ascensión es durísima (1.500 m.) 6.600 escalones, multitud de templos en el recorrido y un espectáculo grandioso en la cima.Pero tal vez lo mas impactante es ver como miles de personas, un verdadero río humano, recorren esta ascensión,; como mujeres de avanzada edad, llenas de devoción, no cejan en su empeño y a su lado jóvenes, con el último modelo de smartphon en sus manos, comparten el mismo objetivo con igual ilusión.
Impresionantes los guerreros de terracota, bellísima la torre de la campana de Xian …
Y de repente retrocedes en el tiempo en Pingyao y descubres que esa China de los farolillos rojos de casas grises y ennegrecidas con rótulos rojos y amarillos aludiendo a la fortuna existen y existen hoy. Es el túnel del tiempo, un viaje al pasado en primera persona.
Y como no, si hablamos de tradición, deleitarse con un te de entre “mil” variedades y sobre todo disfrutar de su ceremonia. Todos nuestros sentidos viajan a un pasado milenario.
Los espectáculos, en el teatro o al aire libre donde la naturaleza forma parte del escenario y donde sientes que de repente el mundo entero se muestra para ti. Un viaje dentro de otro viaje.
Crisol de épocas:
La ultramodernidad, los rascacielos mas altos, los trenes mas rápidos de la tierra, el entramado mas impresionante de autopistas, la última tecnología en todo tipo de aparatos, los restaurantes mas exquisitos, la última moda, el lujo, la total limpieza, el orden, miles de personas de un lado a otro y en mitad de todo ello …… lo tradicional, los valores mas admirables, el respeto, la aceptación, la paciencia, la espontaneidad, …
No hay lugar mas moderno en el que conviva lo mas tradicional. Es mas, todo lo antagónico se da.
En la ciudad “prohibida” la vida rutinaria y diaria se desarrolla con total naturalidad, una boda, una partida de cualquier juego, una charla o el simple descanso en la posición mas cómoda como parte la la vida.
Entre los rascacielos de Beijin o de Luoyan la polución y el tráfico una mujer sencilla pero absolutamente exquisita practica Taichi con abanico. Las pequeñas tiendas abiertas de par en par con sus vendedores ligeros de ropa, distraídos en sus conversaciones mientra llega su clientela. Un barrio absolutamente tradicional en el que las mujeres barren la puerta de su casa o se entretienen en sus labores como si la ciudad entera fuese el gran salón de su casa. Sería a nuestros ojos la imagen de cualquiera de nuestros pueblos si no fuese porque al levantar los ojos hacia el cielo los edificios parece no tener fin.
Lo importante, lo esencial, lo publico, lo privado:
Estamos acostumbrados y entendemos en occidente que para vender las cosas han de estar bien presentadas, bien envueltas. Es nuestra cultura del Marketing.
La primera vez que entramos en un bazar chino en Europa se produjo el choque. Nada esta bien presentado ni envuelto. Los diferentes objetos se apilan en las estanterías simplemente ordenados por su función : aquí las cosas de electricidad, aquí los vasos y menaje, allí papelería, etc…. Tal vez uno pudiera creer que es una costumbre sin mas o simplemente que al ser productos baratos no se necesita mas. Sin embargo cuando conoces el pueblo Chino te das cuenta que va mucho mas allá : lo que ocurre es que se centran en lo importante, en lo esencial y solo en función de ello juzgan su interés o no : Por ejemplo :Si quiero que mi hijo aprenda Taichi busco al mejor maestro, pero no importa donde se imparten las clases, lo importante es el maestro y la constancia y actitud del alumno. Y por que hacerlo entre 4 paredes cuando el jardín tiene un olor tan especial? Y porque hacerlo privado si lo puedo compartir y otros pueden aprender de mi?. Y así los parques se llenan de cientos de personas cada mañana que practican sus deportes o actividades preferidas. Todo tipo de ejercicios orientales y occidentales, cantar, bailar, escuchar cuentos, tocar un instrumento, jugar a las cartas o hacer ganchillo y todo ello en compañía. Ninguna de todas estas actividades es privada. Muy al contrario es absolutamente pública porque es algo de lo que se sienten orgullosos.
¿Donde mejor para aprender a tocar un instrumento que allí donde se venden? ¿ y que mejor reclamo para un posible comprador que ver a un alumno aplicado aprendiendo?. Así, las pequeñas tiendas especializadas en un instrumento en concreto y abarrotadas del mismo, muestran (como en un bazar) cientos de guitarras y el único elemento diferente es el alumno que toca en su interior, pero no a puerta cerrada, muy al contrario, bien abierto al exterior. Y así la de pianos, la de violines, etc.
Marco Polo hace 8 siglos regreso a su Venecia natal con infinitos tesoros y grandes experiencias que serian útiles para la sociedad de la época y quedarían para la posteridad. Sin duda, hoy nuestra experiencia y aportación será mucho mas humilde, sin embargo, yo tambien regrese con “las alforjas llenas” , todos mis sentidos saciados positivamente, con una visión justa y llena de admiración hacia un pueblo lleno de sabiduría y valores y con el deseo de regresar y descubrir nuevas rutas.
Raquel Dominguez Arcos
Agosto 2014